La originalidad es una valía del que suele escasear en algunas personas. Más aun, torna ridículo la falta de este mérito en aquellos individuos que por su especialidad, debiera cultivarlo casi como una obligación, si quiere ser tomado en cuenta como profesional. Los trabajadores, en cambio, han comenzado a buscar su propio programa de cambio que permitan emanciparse. Esto recién comienza.
La desgastada «originalidad»
Los técnicos económicos clásicos saturan los medios masivos de comunicación explicando la actual situación de crisis económica por la que está sucumbiendo la Argentina. Proponen medidas de «shock» para reactivar la producción, frenar la inflación, incentivar la inversión, dar confianza a los capitales extranjeros y organismos financieros…En fin, «bonitas recetas» bajo la que se esconden siniestras MEDIDAS ANTIOBRERAS a las que se recurren siempre con las consecuencias «inevitables» por las que los trabajadores debemos pasar.
Repasemos – una vez más- las «originales propuestas de los especialistas» para una salida dentro del capitalismo. Tomemos de ejemplo, al consultor mediático José Luis Espert, responsable de la consultora Espert & Asosiados.
Entre unos de los propósitos que persigue la empresa de Espert, es la de asesoramiento para (…) prestar servicios integrales de banca privada para familias e individuos de alta renta. La filosofía consiste en establecer relaciones de largo plazo con nuestros clientes, basadas en la confianza mutua y la excelencia de nuestra labor profesional. Los servicios que brindamos son: administración de portafolios (renta fija, renta variable, estudio de productos y fees), análisis macroeconómico aplicado, apoyo legal e impositivo (constitución de sociedades, fideicomisos y trusts) y asesoramiento económico-financiero. (1)
También el «especialista», posee una filosofía muy clara (y cara hacia los trabajadores): «En Argentina, el logro de un capitalismo competitivo requiere que el Estado fije reglas que garanticen el libre funcionamiento de los mercados y que no salga en defensa de aquellos perjudicados por una competencia sin distorsiones…» (2)
Con esta pequeña reseña, podemos anticiparnos las propuestas «inocentes» e independientes que nos brinda este encumbrado técnico.
Hoy en el portal Urgente24, salió publicado la propuesta del «prestigioso economista» realizada en una entrevista en Radio El Mundo, en donde propuso aconsejar al Gobierno Nacional en el contexto del gasto abismal del estado, “echar empleados públicos y bajar sueldos” justificando que «el sufrido sector privado ya está haciéndolo”. (3)
Indicó en un pasaje del diálogo radial que “Lo que tenés que hacer si querés bajar el gasto es echar empleados públicos, dado que el sector privado está echando gente ya. Acá hay ajuste, es mentira que no lo haya. No hay ningún argumento por el cual el sector público no tenga que hacer lo mismo que el sector privado, echar gente y bajar salarios”.
Los rasgos particulares de este clásico defensor a ultranza del sistema, no sale un milímetro del dogmatismo capitalista del que décadas y décadas vienen aplicándose. Los intereses que defiende, no es la «defensa del bien común», si no la de los grandes capitales. La hipocresía de sus proclamas, con los «consejos prácticos para salir de la crisis», hacen de este tipo de personajes un espantajo del capital y, por consiguiente, el referente antiobrero más acérrimo.
El Gobierno Nacional deshace el realato y mira con cariño a la ortodoxia
Respecto al gasto erogado en la «década ganada» por parte del Estado Argentino bajo el gobierno de Nestor y Cristina Kirchner (en efectivo y cerca de U$S 180.000.000.000) a organismos internacionales y bonistas, con reservas del BCRA y extracción de fondos provenientes del Anses (aportes de jubilatorios), es aquí donde estos «doctores» callan deliberadamente. La única deuda es hacia los «buitres»…el débito interno (del que se financia el estado para «asumir compromisos y honrar deudas con el exterior»), son temas «secundarios» para estos Clown autóctonos.
Conflicto de la Autopartista LEAR (Argentina)
Los empresarios que se la «llevaron en pala» en esta última década, según las palabras de la Presidente, ante el menor temblor del mercado, transfiere su ajuste sobre los trabajadores; aplauden a la presidenta mientras le garantiza ganancias bajo subsidios (aportes realizados por la población trabajadora entera)..ahora, cayendo en desgracia su progenitora, apelan a la vieja receta de suspender, despedir o quebrar empresas.
Los vetustos popes sindicales, de misma extracción política peronista que la del gobierno, lejos de apoyar los reclamos de sus afiliados, promueven la inmovilidad como método de contención. Los trabajadores precarizados, realizan desde hace años luchas titánicas con el objeto de ser reconocidos sus derechos al acceso a beneficios igualitarios a los de sus compañeros sindicalizados, enfrentándose ante la orfandad de los máximos dirigentes sindicales quienes se niegan sistemáticamente a acompañar sus luchas.
La des-orientación política y económica del gobierno, sazonadas con acusaciones de corrupción que repican sobre las altas esferas presidenciales y cuadros medios, atinan a responder a los reclamos laborales y sociales con represión bajo mando del «superagente del recontra espionaje», Sergio Berni.
La «bandera» sobre la política gubernamental afín a los derechos humanos y del que tanto esgrimían la pareja presidencial en todos estos años, tuvo el objetivo primario de cooptar tanto a organismos sociales como algunas Madres y abuelas de Plaza de Mayo y dirigentes sociales y barriales. Hace tiempo, la mascarada comenzó a derretirse con el avance de los conflictos sociales generalizados . Tanto el burdo «Proyecto X» , como el ascenso del Teniente General Cesar Milani en este último tiempo – acusado de torturador por distintos organismos defensores de DDHH en casos de delitos encuadrados de Lesa Humanidad-, así como el procesamiento a más de 5000 luchadores sociales, tornó peligrosamente el Gobierno de Cristina F. De Kirchner, hacia una orientación «Lopezrreguista» – meses atrás, vislumbré la posibilidad del un surgimiento ante el creciente conflicto, llamándolos «Camisas Pardas».
Gráfica Donnelley. Actualmente autogestionada por los empleados
La alta inflación deglute vorazmente los salarios pautados en paritarias «consensuadas» entre la burocracia y el gobierno; el bajo piso del injusto impuesto a la ganancia sobre el que tributan los laborantes, crea un cepo en el propio trabajador ciñendo sus ingresos más aun a vista de financiar «gastos» del estado kirchnerista; las suspensiones o despidos de trabajadores en varias ramas del país en estos meses, avanzan a pasos agigantados. Los/as trabajadores/as en defensa de sus puestos de trabajo se organizan en diferentes formas, enfrentándose con los sicarios estatales…
A todo esto, las/os Trabajadoras/es forzados/as ante la irrepresentatividad de los burócratas sindicales tomaron la decisión de auto-organizarse retomando los viejos y probados métodos obreros de asambleas, movilizaciones, piquetes…e ¡inventando nuevas tácticas de luchas!. Las propuestas de los empleados, lentamente van empalmando hacia una salida obrera y por fuera del tradicional ajuste capitalista. Las consignas concretas de «fábrica que cierra, queda inmediatamente bajo control obrero»; reparto de horas sin reducción de salarios, solidaridad con trabajadores de otras ramas o empresas con el fin de aunar la lucha, comenzaron a dar forma -saliendo de la trampa anticlasista de ver el conflicto enquistado en un sector, región o país-, solidaria por fuera de las fronteras. Saben que si se unen los trabajadores del mundo, pelearán sobre el mismo terreno internacional en el que se mueven los capitales y, desde allí la lucha será en la segura unidad triunfante. Saben que no es fácil sacar todas las losas que tuvieron nefastas consecuencias durante décadas y décadas, inculcadas por las distintas burocracias traidoras y funcionales a las patronales.
Comenzó a esbozarse un programa de transición dentro del movimiento obrero. Es cierto, aún es muy pequeño el movimiento en relación al conjunto; pero es convincente y sólida sus reivindicaciones.
Los trabajadores y sectores afines han comenzado a perder el miedo a las bravuconadas de las burguesías, y se sienten seguros que su porvenir depende solamente de ellos mismos
Las respuestas de los técnicos «doctores» económicos burgueses, generan en el «laburante» la mueca sarcástica de saber quién es el que les está mintiendo.
¿Qué prestigioso economista les podrá «aconsejar» a un trabajador cómo manejar su escaso sustento, producto de la explotación patronal, sin el derecho al pataleo frente a la amenaza concreta de despido?
Los trabajadores hablan con hechos; los cínicos y patanes, con viejas mentiras.
(1) y (2) http://www.espert.com.ar/
(3)http://www.urgente24.com/229858-propuesta-de-espert-%E2%80%9Chay-que-echar-empleados-publicos%E2%80%9D
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